En el camino en la búsqueda de la verdad los esfuerzos y los super esfuerzos son necesarios para escapar del estado actual de sueño. En estos primeros años de aprendizaje Gurdjieff logra encontrar lo que buscaba a través de la disciplina y la perseverancia.
Simbólicamente la búsqueda del monasterio de Sarmoung es la búsqueda de un estado interior de paz y armonía, que está en nosotros, un tesoro oculto entre montañas de pensamientos, emociones, yoes, que no dejan ver su naturaleza igual que el monasterio que busca Gurdjieff está escondido en el desierto. En ambos casos un guía puede mostrarnos el camino, pero el esfuerzo para seguir hasta el final ha de ser nuestro.
A medida que va avanzando Gurdjieff va encontrando diferentes compañeros de viaje con los que comparte experiencias y creciendo en comprensión.
Gurdjieff es una semilla que está siendo regada por conocimientos y enseñanzas del círculo consciente de la humanidad guiado por un centro magnético desde su infancia, buscando respuestas a situaciones paranormales y sin explicación lógica. La vida por sí misma no puede darle las repuestas que necesita.
Cada uno de nosotros podemos reflejarnos en la vida de Gurdjieff, en nuestra propia octava, con lo que vamos experimentando a lo largo de nuestra vida, vernos en nuestros día a día, comenzando por las cosas más pequeñas y observarnos en nuestra actitud y el estado interno. En nuestras vidas los hombres notables pueden ser también situaciones conflictivas de las que podemos aprender desde otro nivel de comprensión. Es tomar la vida y los obstáculos como un maestro que nos guía en la búsqueda de herramientas y material de trabajo para superarlos.
En la búsqueda de lo milagroso, la hoguera que les calienta en el desierto, es la luz que los mantiene despiertos en medio de la oscuridad, de las dificultades, es la luz que guía a los yoes que valoran el trabajo en el sendero del conocimiento. Pero un conocimiento aplicado, llevado a la práctica, hecho experiencia. El príncipe Liubovesky le dice a Gurdjieff: “he visto muchos milagros y tratado de explicarlos, pero eso no me ha llevado a una verdadera comprensión; si, estoy vacío”. Se quedó solo con el conocimiento, con la teoría.
Todos estos hombres notables son partes de Gurdjieff, a través de ellos se recuerda a medida que avanza en su comprensión, son como proyecciones de su esencia que le permiten verse a sí mismo a través de las experiencias de los otros, porque no hay separación, como una única conciencia.