Creo que la idea principal que nos quiere mostrar esta película es el reencuentro, la búsqueda de ese niño interior, nuestro principito que quedó atrapado, perdido en el laberinto de la vida mecánica. La sociedad enterró nuestra frescura, nuestra inocencia, lo esencial. Como en la película nos olvidamos de nuestra flor, de nuestro asteroide, del cordero y los baobabs crecieron sin control como los yoes más negativos en nuestra casa psicológica. No quedó espacio para un nuevo conocimiento, nuevas impresiones, ni para el trabajo interior.
A medida que vamos creciendo nos vamos transformando en unos seres raros, como dice la niña protagonista, tirando a la papelera las hojas de nuestro cuento, los dibujos, el zorro de trapo, el niño que somos esencialmente. Nuestra parte esencial quedó olvidada, escondida en el fondo de nuestra psicología, donde guardamos lo que no queremos.
El aviador, que conoce al principito, a su esencia, dispone de herramientas como la avioneta, el conocimiento y la comprensión para sacar de la papelera lo más esencial en nosotros y volar por encima de esa espesa capa de oscuridad y negatividad que forma el mundo 96, donde vivimos habitualmente. Este anciano mantiene vivo en él el recuerdo del principito y está más cerca de la niña, en su forma de pensar que cualquier adulto, porque como él dice: “ yo crecí, pero jamás me olvidé del principito”. Como recuerda el aviador, “crecer no es el verdadero problema, el problema es olvidar”.
Cuando el aviador entrega a la niña un recipiente de cristal lleno de monedas de cobre que parecen todas iguales y al derramarla sobre la mesa para contarlas, y va encontrando entre las monedas las figuritas coloreadas del principito, del zorro, la rosa, la espada, etc., me pareció una analogía de como dentro de la vida mecánica vista con otra mirada más interna también encontramos elementos e influencias que nos acercan a otro nivel de conciencia.
El aviador representa la figura del maestro que para recordar al principito su verdadera naturaleza, dibuja y escribe la historia de su experiencia juntos.
Tiene la avioneta a punto como conocimiento para volar a través de los asteroides de la vanidad, el poder, la violencia, etc. y llegar hasta la esencia, el principito, para recordarle su naturaleza y su propósito de vida.
Su hogar refleja este espíritu despierto y rompe con el molde que tienen el resto de viviendas, donde todas son prácticamente iguales dando forma a esta ciudad.
En esta ciudad oscura donde vivimos, no tienen cabida los niños, las estrellas, como las almas están atrapadas, su luz no brilla en esta sociedad, todos olvidaron su origen. El sistema exprime la energía de las personas y son usadas como piezas de la gran máquina que controla la Matrix . Todos olvidaron a su principito interior y los baobabs internos en forma de yoes más mecánicos y de influencias externas crecen en los asteroides, en cada ser.