por Jose Ma | Abr 28, 2024 | autoconocimiento, películas
Al final de la película el protagonista Tim nos recuerda que todos viajamos cada día en el tiempo. La vida es un gran viaje lleno de pequeños viajes diarios, donde un día es el viaje al pasado del día siguiente. Si nos observamos y nos recordamos cada día tenemos la posibilidad de no caer en los mismos errores una y otra vez. Es buscar ese lugar tranquilo, ese espacio en nuestro interior donde encontrar esa luz, mayor comprensión, y tener la posibilidad de tomar mejores decisiones. Me recordó cuando Tim para volver a su pasado busca un armario o lugar tranquilo para retroceder en el tiempo.
El final es el principio; recordar lo que olvidamos, que cada día es una oportunidad para ser más conscientes, para crecer interiormente.
Como el padre de Tim, cuando le recuerda que este poder que tiene de ir a su pasado lo use de manera constructiva, para algo que pueda mejorar su vida y no desperdiciarla. El ya recorrió ese camino y como el maestro que enseña al alumno, le indica a su hijo una dirección para estar más despierto.
Usar el tiempo disponible con más conciencia independientemente de la cantidad. Podemos tener todo el tiempo del mundo y desperdiciarlo sin darnos cuenta. Dar un significado a las pequeñas cosas de nuestro cotidiano vivir como aprendizaje en nuestro paso por esta existencia.
Si la vida fuese como una canción, volver al pasado sería como tocar las teclas equivocadas en una nueva melodía que ensayamos al piano y desafinamos, erramos el intento, volvemos atrás a empezar de nuevo esa parte, hasta que acertamos las notas correctas y seguimos con la siguiente parte de la partitura, nos dimos cuenta del error, rectificamos la octava y terminamos la canción.
Si cambiamos la actitud frente al evento, al final del día nuestro estado y nuestra energía van a ser diferentes, y llega un momento como le ocurre a Tim, que ya no necesita ir al pasado, porque cada experiencia consciente lleva una enseñanza y un aprendizaje.
Tim le pregunta a su esposa Mary sobre el día de su boda en un día lluvioso a mares: “¿te gustaría haber escogido un día con menos lluvia?” y ella le contesta: “no, no por nada del mundo”.
La canción “el mundo” del italiano Jimmy Fontana que suena el día de la boda de Tim y Mary resume este círculo de la vida mecánica, cuando en una parte de la canción dice: “Abrí los ojos para mirar a mi alrededor y a mí alrededor giraba el mundo como siempre. Gira el mundo, gira en el espacio infinito, con amores recién nacidos, con amores ya terminados, con la alegría y con el dolor de la gente como yo. El mundo nunca se detuvo un momento, la noche siempre sigue al día, y el día llegará…”
por Jose Ma | Abr 20, 2024 | autoconocimiento, películas
El Atlas es una gran cordillera montañosa elevada del norte de África que une el océano Atlántico y el mar Mediterráneo. Sus elevadas cumbres suponen un obstáculo para las nubes, impidiéndoles seguir avanzando por el norte del continente africano, dejando esta zona particularmente árida. Si lo tomamos a nivel simbólico como nubes a las personas y el Atlas los obstáculos de la vida, podemos ver como las nubes siguen el camino que les marca el viento (el sistema de control donde vivimos), pero acaban chocando con estas elevadas montañas como segunda fuerza de vida y les impiden ver más allá.
Detrás de las montañas como fuerza oponente, queda una zona árida, desconocida y que sólo personas con centro magnético, que buscan algo más en la vida, más allá de la virtualidad impuesta, se aventuran a escalar, adquirir conocimientos y elevarse a otro nivel de ser hasta la cima, con más conciencia y descubrir desde ese estado más despierto la verdad oculta tras las apariencias de la vida mecánica.
Este viaje que hacen las nubes, que hacemos las personas en esta vida para lograr la libertad y el conocimiento de la verdad, se torna recurrente en distintas experiencias que hace la conciencia, a base de repetir los mismos errores una y otra vez ya sea en forma de pastor, de periodista, de escritor, de músico, de camarera, y va más allá del tiempo y del espacio.
Es el mismo deseo de libertad haciendo experiencia en diferentes contenedores en distintas épocas, aunque para la conciencia todo es simultáneo.
De alguna manera todos están conectados y repiten los mismos estados en diferentes eventos.
Todas estas personas tienen una marca en la piel, como un sello, una huella que recuerda que formaban parte del rebaño, de la Matrix que controla la vida de todos.
Cuando logran escalar la montaña y en la cima encuentran la verdad que estaba oculta, toman conciencia de su papel en esta existencia y son, como dice uno de los personajes, gotas de agua dentro de un océano, una parte de la conciencia dentro la conciencia. Si una persona ya lo sabe, tomó conciencia, todos tienen la misma posibilidad de despertar. Ya existe un precedente, un ejemplo a seguir.
por Jose Ma | Abr 13, 2024 | autoconocimiento, películas
Alicia, como ser más consciente viaja de nuevo al inconsciente a través de los espejos y de la cronosfera; un viaje similar al de su mundo corriente cuando viaja en su barco, viviendo aventuras y descubriendo lugares nuevos. Este otro mundo mágico, el palacio de los sueños, como lo llama el sombrerero, lleno de personajes simbólicos también sufre sus propios conflictos, estados negativos, miedos, consideraciones, etc.
Cuando Alicia toma la cronosfera, que es como el alma del tiempo, y la maneja para viajar al pasado, le recuerda como cuando maneja su barco en la vida virtual. Quien conoce como manejar su barco puede manejar cualquier otro barco. Quien conoce su máquina, quien se conoce a sí mismo, puede conocer el resto de máquinas humanas, puede conocer el funcionamiento de las demás.
Alicia descubre por experiencia, después de un camino largo, que los conflictos no se disuelven volviendo al pasado para cambiarlos, cambiando el evento que los originó, si no cambiando ahora en el presente nuestro estado, nuestra actitud, frente al conflicto, tomando conciencia, dándose cuenta que lo originó en nuestro interior. El arrepentimiento puede ser la llave para dejar entrar esa luz sanadora de la conciencia y disolver el conflicto. Cuando una de las princesas reconoce ante su hermana que de pequeña mintió y esto dio origen a su enemistad de por vida y se arrepiente y se disculpa, al instante se disolvió el conflicto y su hermana cambió en un momento su actitud. La conciencia transformó en segundos lo que la ignorancia mantuvo durante años. La luz de la comprensión en el presente cambió el pasado y el futuro.
En sus experiencias y en los resultados obtenidos a lo largo de sus años de vida, para Alicia la palabra imposible no tiene razón de ser. La fe en sí misma, creer en ella está basado en los logros a través de sus esfuerzos. Ahí obtiene la determinación y la fuerza ante los nuevos retos.
El término imposible forma parte de la máquina. Para la conciencia no existe lo imposible.
Justo al comenzar la película Alicia hace lo imposible para atravesar una barrera de arrecifes y escapar de los piratas. Cuando lo logra pensé que pequeños imposibles nos dan la fuerza para tener fe en imposibles mayores. Para que el surfista pueda surfear la gran ola, primero ha de comenzar por las olas más pequeñas hasta adquirir destreza y confianza para cuando lleguen olas mayores.
De niño, el sombrerero al ver a Alicia le dice que su padre tiene sombreros para una cabeza tan bonita y pensé que vestir la cabeza con un sombrero a nivel psicológico sería dotar a nuestra forma de pensar, a nuestra mente de un nuevo y rico conocimiento, un nuevo pensamiento.
Gurdjieff decía: “tengo cuero muy bueno para vender a quien quiera hacerse calzado con él”.
por Jose Ma | Abr 6, 2024 | autoconocimiento, películas
Alicia inicia de nuevo un viaje al mundo inconsciente para encontrar respuestas a sus cuestiones de vida mecánica. Es un viaje que ya realizó, pero que no recuerda. Por un tiempo hay una separación de la virtualidad donde vivimos para adentrarnos en esa parte de la conciencia que normalmente se manifiesta mientras estamos en el estado de sueño en la cama. El inconsciente, libre del control de la mente formatoria nos envía mensajes y respuestas en nuestro camino de autodescubrimiento, en forma de símbolos, metáforas, como en esta historia la dualidad de las dos reinas, la locura contagiosa del sombrerero loco, la sabiduría de la oruga Absolem, la espada, el dragón, etc.
En este país mágico lleno de posibilidades incomprensibles para nuestra forma habitual de pensar viven nuestros miedos, temores ocultos, incertidumbres, pero también nuestro potencial sin descubrir, valores, virtudes, capacidades que desconocemos. Este país de maravillas vive dentro de nosotros, pero no lo visitamos de manera consciente, aparece de forma espontánea, porque no tenemos control en el nivel de ser que estamos ahora.
Cuando caminamos por la ciudad y vemos obras en el asfalto que dejan al descubierto tuberías, conductos, válvulas, cables, etc., que normalmente están ocultos y no vemos, es como otra ciudad invisible a nuestros sentidos, como el inconsciente de la ciudad, pero que ejerce influencia sobre la ciudad que es visible, en la que vivimos cotidianamente.
Para entrar en este mundo inconsciente y pasar por la puerta tenemos que dejar atrás las viejas vestiduras, la forma antigua de pensar y construir otra nueva que nos permita interpretar los nuevos significados. Un traje psicológico a medida para las nuevas experiencias.
Ser Alicia es volver a recordar ese ser más esencial, más despierto, encontrar el tamaño adecuado para cada momento, hasta tener el definitivo, el real como un yo permanente desde donde pensar, sentir o actuar. El conocimiento, la enseñanza, el maestro, en forma de espada, armadura, compañeros de viaje, todo está listo para que Alicia inicie este viaje de recordarse y enfrentarse al olvido, al sueño psicológico, ese Dragón o Galimatazo que tiene a todos bajo su poder. Como decía el autor de Cuarto Camino Claudio Alejandro Moragas, las condiciones en las que cada uno se encuentra en su vida son las mejores para iniciar este trabajo.
Uno de los personajes de este mundo de maravillas dice: “es la verdadera Alicia”, pero la sabía oruga Absolem, le dice: “no del todo”. Creo que viene a decir que la vida ordinaria la había sumergido en el sueño y había olvidado su parte esencial.