por Jose Ma | Ago 20, 2022 | autoconocimiento, comentarios
La posibilidad del cambio interior es el resultado de un trabajo con cierto esfuerzo sobre uno mismo a través de un conocimiento, llevado a la práctica, impartido en una Escuela destinada a este fin.
En palabras de Maurice Nicoll, autor de Cuarto Camino, “No puede nadie permanecer siendo lo que es y al mismo tiempo convertirse en otro”, “uno ha de perder una forma de vida para poder lograr una nueva”.
Podemos explicarlo con un breve ejemplo: Pedro trabaja cerca de Barcelona. Todas las mañanas cuando se desplaza a la empresa, en el trayecto que va desde el transporte público al almacén camina unos 10 minutos por un polígono industrial y pasa junto a un solar del tamaño de una cuadra más o menos y que está sin construir, todo lleno de hierbas y arbustos de cañas de unos cuatro metros de altura. Toda esta flora silvestre no deja ver la naturaleza del terreno. Estaba cubierto de matojos y cañas. En 4 años, siempre lo ha visto igual.
Un día Pedro se fijó que una máquina excavadora limpiaba las hierbas de la parcela y pudo, entonces, ver el espacio tal como era en un inicio, al origen. Vio que en realidad estaba 2 metros por debajo de donde él caminaba, parecía más grande. Ahora estaba todo limpio y se podía ver claramente el suelo que estaba oculto.
Con el paso de los días notó que empezaban a brotar de nuevo las primeras plantas y cañas silvestres y, rápidamente y de forma mecánica, estaba tomando la misma forma que hacía dos meses.
En poco más de tres meses ha vuelto a estar cubierto de matorrales y las cañas. Ya alcanzan más de 2 metros. Todo está quedando igual y no hay la posibilidad de que crezca algo diferente. ¿Por qué? Porque no se ha sembrado nada nuevo, ni trabajado sobre el terreno. La parcela sigue siendo la misma, nada ha cambiado.
por emma | Mar 26, 2018 | Uncategorized
AUTOR: Maurice Nicoll
pág 257 del libro: COMENTARIOS PSICOLÓGICOS SOBRE LAS ENSEÑANZAS DE GURDJIEFF Y OUSPENSKY VOLUMEN I
A veces se ha comparado este trabajo con un mapa y una brújula. A un hombre se le entregan un mapa y una brújula, cuya utilidad al comienzo no entiende.
Al cabo de un tiempo empieza a entender una o dos cosas, como, por ejemplo, que la Personalidad debe ser menos activa. Ya saben que todo cuanto se hace mediante la Personalidad se hace mediante la fuerza de las circunstancias externas. Uno cree que es activo, pero esta es la Personalidad. Si sólo la vida nos hace obrar, no somos libres. Las circunstancias externas hacen a los hombres grandes y pequeños. Las circunstancias externas conducen a los hombres, como si fueran diferentes clases de máquinas, y los llevan en una dirección o en otra. Pero las direcciones que dan el mapa y la brújula del Trabajo no derivan de las circunstancias externas porque el Trabajo es otra fuerza que proviene, no de la vida, sino de lo que es exterior a la vida; las ideas del Trabajo no son nuevas direcciones para la vida sino nuevas direcciones para vivir en la vida.
…. Ahora bien, al llegar a este punto, la gente dice muchas veces: «Si, pero el Trabajo enseña que el Hombre carece de voluntad, entonces ¿puede cambiar alguna cosa?» El Trabajo dice que el Hombre no tiene una verdadera voluntad permanente porque no tiene un verdadero «Yo» permanente. Pero dice que el Hombre tiene un reducido grado de voluntad, comparable al grado de libertad de movimiento de un violín en su estuche. Pero que todo dependerá de la dirección que dé al empleo de la pequeña voluntad que tiene naturalmente. Si nunca la emplea en conexión con las direcciones dadas por el Trabajo, su voluntad no se desarrollará más.