
UNA FIGURA DE LEGO
En la búsqueda de significados acerca de nuestra existencia, son necesarias ideas de un nivel muy superior a las que podemos encontrar en la vida externa, la que todos vivimos cotidianamente. Son conocimientos de un orden más elevado que pueden cambiarnos internamente y llevarnos a otro nivel de comprensión, conducirnos a una armonía en la discordancia y desorden de nuestra naturaleza.
Las ideas del trabajo y el nuevo conocimiento son la semilla que van a formar el fruto y el alimento para nuestra vida interna, como el árbol que crece y da su fruto en la naturaleza. Este conocimiento y su comprensión son la materia prima, el abono para desarrollar nuestra parte esencial.
Nuestro actual estado de fragmentación psicológica podríamos compararlo a tener una multitud de piezas de Lego desordenadas encima de la mesa sin forma definida; diferentes tamaños, formas, colores, texturas, etc., pero que con el conocimiento y explicación de los dibujos del plano que hay en la caja del fabricante que nos dan los pasos a seguir para formar las figuras, las piezas que antes estaban dispersas, sin orden, empiezan a tomar forma, ahora pasan a tener un orden, un significado, y pueden dar vida a un castillo, una estación de ferrocarril, un barco, un auto, un avión, y muchas más construcciones. Pasan a ser un mundo ordenado de objetos de las piezas de Lego. Una idea más elevada en forma de plano de montaje cambia el estado de la pieza y la lleva a otra realidad formando parte de algo mayor, con otro significado; a otra comprensión de su existencia como pieza dentro del universo Lego. La pieza igual que la persona ahora conoce su función y papel en esta vida.
Ordenar nuestra vida psicológica se inicia en un orden superior que puede organizar las diferentes partes de nuestro Ser, dando forma a un hombre y una mujer equilibrados en este mundo en el que vivimos. Poder alcanzar la comprensión de nuestra verdadera naturaleza y sus componentes mediante las influencias que provienen de un lugar más elevado que las que nos llegan de la vida ordinaria.