Si tomamos como ejemplo de la felicidad verdadera el cubo de rubik completado, con sus caras perfectamente ordenadas por colores, lo que podríamos llamar “estar despierto”, nosotros en nuestra psicología actual nos encontramos con el cubo totalmente desordenado, fragmentado y nuestra vida es un reflejo de ese cubo. Para comenzar a unir los colores e ir dando forma a las caras del cubo, necesitamos la ayuda de personas que hayan logrado unificar los colores gracias a un trabajo y esfuerzo sobre sí, sostenido en el tiempo.

En esta película Will Smith va formando sus propias caras del cubo aunque dentro de la vida mecánica, no lo hace de forma consciente, pero algo interno le guía en esta dirección.

Toda la vida del protagonista parece estar desordenada como las caras del cubo, pero tiene la voluntad de ir moviendo las piezas, dar pasos para ordenar su vida y lograr la felicidad.

La pequeñas tareas y ejercicios que se proponen en el trabajo de escuela pueden ayudar a ir juntando cuadraditos por colores, a conectar ideas y poder tomar conciencia de conductas y hábitos que sobran en nuestra vida cotidiana. Algo pequeño y sencillo puede dar forma a algo más grande, como un cuadradito sumado a otro puede formar una cara del cubo del mismo color.

También me pasó la idea de que si alguien pudo completar el cubo, si alguien ya lo hizo, existe la posibilidad de que todos podamos lograrlo. Recuerdo que en clase de budismo, Javier el instructor señalaba a menudo que si los maestros del pasado podían despertar a través de su esfuerzo y trabajo interno, nosotros no íbamos a ser tan especiales como para no lograrlo si seguíamos  sus enseñanzas y prácticas.

La máquina para la salud que vende Will Smith, parece ser la carga que arrastra sobre sí, el peso de las dificultades de la vida, que lo acompaña a todas partes, como la antigua forma de pensar que no deja espacio para que una nueva forma de pensar (la metanoia), llegue a su psicología. Cuando empieza a soltar la carga, descubre capacidades innatas que no sabía que tenía.

Me gustó la frase que dice el protagonista a su hijo: “nunca dejes que nadie te diga que no puedes hacer algo”.

En una escena el protagonista va corriendo con su hijo por una calle cuesta arriba porque pierden el autobús del colegio, cargado con libros, la mochila, etc., como un ejemplo de super esfuerzo en la vida mecánica, que nos puede mostrar hasta donde podemos llegar, el alcance de nuestras posibilidades.

Todos tenemos muchas montañas que escalar, como dicen en la película.  La vida mecánica está llena de montañas. Cada uno de nosotros con nuestras montañas particulares. El Trabajo puede darnos la posibilidad de una indumentaria y el equipo necesario  un lenguaje, conocimientos), para hacer de la subida una experiencia consciente y a cada paso que damos adquirir comprensión de nuestras acciones, pensamientos y emociones y poder lograr un cambio  en el ser.