EL AUTOBÚS Y LOS YOES

EL AUTOBÚS Y LOS YOES

Una de las ideas que nos enseña el Trabajo, es que en nuestro actual estado de sueño no tenemos un yo permanente, aunque imaginamos que sí lo tenemos. Muchos y diferentes yoes (muchos personajes) habitan nuestra casa psicológica y se creen dueños de ella. Estos piensan, sienten y actúan de forma mecánica y fragmentada. Van y vienen sin control y toman el mando de manera alternada. Nacen de nuestra educación, la sociedad, la familia, influencias astrológicas, tipología de eneagrama, modas, cultura del momento, etc…

Somos como el autobús que toman a diario muchas personas para desplazarse por la ciudad (la vida que tenemos). Se inicia el recorrido (nacemos) y comienza a recoger pasajeros (Yoes) en las diferentes paradas (eventos/sucesos).

La empresa de transporte (Aparato Formatorio) ya tiene definido un recorrido, hace la misma ruta una y otra vez, no tiene posibilidad de ruta nueva. Cada día los mismos pasajeros suben al autobús, los mismos yoes toman el control de nuestra psicología (en la vida ordinaria lo llamamos recurrencia, repetir una y otra vez los mismos errores y malas decisiones). El motor del bus (nuestra esencia) no puede expresar todo su potencial. Mecánicamente atrae los mismos eventos: retenciones, accidentes, huelgas, averías, etc. 

Si tomamos Conciencia, mediante la Observación de Sí y el Recuerdo de Sí, de que esos yoes no somos nosotros, que los pasajeros no son dueños del autobús. Entonces, alguien puede tomar el control del autobús, con la posibilidad de cambiar la ruta y salir de esa ciudad (cambiar de vida). Entonces, la esencia, el motor del autobús, puede trabajar a todo rendimiento.

comentario película: «DESTINO OCULTO»

comentario película: «DESTINO OCULTO»

El protagonista David Norris, al inicio de la película, cuando ve a Elise en el baño, parece reconocer una parte de sí, la parte anímica reflejada en esta chica. El baño por un momento parece la representación de su ser. Aquí tiene lugar como un choque repentino donde descubre otra parte de él, más  allá de su vida pública, como algo olvidado, pero que siempre había estado ahí. Se ve a sí mismo a través de la bailarina Elise. Se recuerda a sí mismo y por un instante puede ver a su verdadero yo entre todas esas capas de artificio adoptadas de su entorno sociopolítico.  Es curioso que se da en el baño, un lugar íntimo, apartado y lleno de espejos donde vernos. Ve en Elise algo que no tiene en su vida; espontaneidad, descaro, rebeldía, improvisación. Es como si cayera ante él, ese velo artificial y falso que cubría su vida, formada en torno a lo externo, a su vida pública de la política, fabricada para ser admirada por sus seguidores, como ocurre con estrellas de la música, actores famosos, deportistas de élite. Una imagen de sí falsa creada como un producto, para fomentar la identificación.

Tanto a nivel individual como global todo parece tener un plan establecido, un guión escrito por seres sobrenaturales, que podríamos llamarlos ángeles y que parecen tener el control de todas las piezas del tablero de ajedrez, conocen todos los posibles

 movimientos y se adelantan a las improvisaciones. Pero el tablero representa la vida mecánica y la única forma de hallar la libertad es salir de ese círculo cerrado, despertando a través del conocimiento y la comprensión.

Cuando intentamos hacer un cambio en un hábito mecánico surgen los obstáculos, no es fácil. El camino del crecimiento interior está lleno de montículos y piedras. La vida está llena de distracciones para alejarnos de nuestro lado esencial.

Como dice el agente de color: “si estás con ella (Elise, ánima) no vas a necesitar llenar tu vacío interior con aplausos, votos, sueños,)”…

Llegar a los juzgados para estar con Elise (ánima), para que nos guíe hasta el director general (el ser, la conciencia), supone atravesar innumerables puertas y sustratos de capas como dice en la película. 

El sur de Manhattan (la personalidad) son capas y capas de sustratos (yoes,  emociones negativas, identificaciones, etc…). Como dice el agente de color son las “puertas” que se han ido añadiendo con el tiempo, lo que hemos ido adquiriendo de nuestro entorno y formado nuestra falsa personalidad.

Este agente como ser más consciente o maestro, que ya conoce el camino, muestra a Norris como llegar hasta Elise, Igual que el trabajo de Escuela nos enseña las puertas correctas que nos llevan hasta nuestro verdadero yo.

Cuando se percibe el sabor de lo verdadero, como para Norris estar con Elise, ya no queremos probar las imitaciones. Si te gustan los dátiles y pruebas los medjoul, que son los de mayor calidad, a partir de ese momento ya no lo cambias por otros.

comentario película: «LARS Y LA CHICA REAL»

comentario película: «LARS Y LA CHICA REAL»

En esta película la muñeca Bianca es como una proyección de la parte esencial del protagonista Lars. La muñeca es real como la esencia y quiere mostrar a Lars que puede transformar su entorno y a él mismo, pero con un trabajo personal propio. Nadie puede hacerlo por uno. Puede ser acompañado por alguien con más conocimiento del camino, como la doctora que lo guía durante todo el proceso. 

Todos los personajes se reflejan en Lars y experimentan dentro de sí su propia muñeca Bianca, atraviesan las paredes de su personalidad y forman parte del mismo experimento como partes del mismo ser, sin separación. Reconocen a través de Lars su propia esencia y Lars se cura a sí mismo a través de ellos.

La esencia deja al descubierto la falsa personalidad de los personajes. Bianca hace de detonante.

Su esencia, representada por la muñeca Bianca, guía a Lars por lugares desconocidos y difíciles para él, a conocerse mejor, a saltar barreras, miedos, inseguridades, a aparcar por un tiempo su parte más mecánica. Atrae situaciones y eventos para recordarse a sí mismo, nuevas impresiones para salir de los límites de un mundo auto creado como refugio del entorno cotidiano.

Cuando Lars habla con la muñeca, se está hablando a sí mismo, como una forma de expresarse, de interactuar con el entorno. La muñeca es su maestro; como en una Escuela de crecimiento interior, pone a prueba al alumno (Lars), con ejercicios para ir contra su mecanicidad, como interactuar en fiestas, tocar personas, quedar con una chica, etc., un sufrimiento consciente bueno para su crecimiento interior. 

Lars se da cuenta a través de la muñeca (su esencia), que puede amar y ser amado, que puede tocar y ser tocado, que puede ayudar y ser ayudado. Como yo al ver esta película puedo darme cuenta que algo interno da el poder transformador a un objeto y no el objeto por sí solo. Mi esencia se puede reflejar en la película y ver partes de mí que tengo que trabajar para cambiar, para crecer.

Todos tenemos una “muñeca” donde proyectarnos, un osito, unos muñecos, etc., como tienen los compañeros de Lars, que nos acompañan en nuestra soledad.

Hay frases de los protagonistas que me parecieron esenciales para tener en cuenta:

“A Bianca no le importan esas cosas tan superficiales”

“Bianca está aquí por alguna razón”

“Dios la hizo para ayudar a la gente”

“Todavía hay un niño adentro”

“Cuando acabara?, (el delirio), “cuando ya no lo necesite”

El hermano dice a Lars: “Siempre hay un niño adentro, pero creces cuando debes hacer lo correcto, y no lo correcto para ti, sino lo correcto para todos”.

comentario película: «LA NARANJA MECÁNICA»

comentario película: «LA NARANJA MECÁNICA»

Lo primero que me vino a la cabeza es la idea de la polaridad de las cosas o la dualidad, los extremos donde nos movemos cotidianamente y que dan forma al mundo 96. Podemos ir de un lado al otro del palo en cuestión de poco tiempo; hoy podemos ser un criminal y mañana un policía.  Una persona generosa y bondadosa puede ser una persona rencorosa y vengativa. Son las emociones negativas que alimentan este mundo lunar en el subsuelo del rayo de creación.

Como en la frase: “El crimen se alimenta con el castigo”.

La idea de la hipocresía, el fariseo que vive dentro de nosotros y que va aumentando en escala hasta envolver a las instituciones y toda la sociedad. El éxito de la máquina frente al crecimiento interior; el fariseo se hace fuerte, vence al hombre objetivo en un escenario lleno de suciedad y escombros como nos muestra las imágenes de calles llenas de basura. La basura emocional y mental que vive en nosotros. La luna que crece en nuestro interior, es la que atraemos en nuestro mundo exterior.  Se acercan a nosotros personas atraídas por ese olor que emitimos, como le pasa al protagonista Alex tras su “ transformación”. Se encuentra con el mendigo apaleado, con sus antiguos compañeros, el escritor a quien arruinó la vida. Las deudas pendientes quieren ser cobradas.

También me llamó la atención la disonancia entre la historia que se nos muestra, donde hay violencia, agresividad, negatividad, y la música clásica que la envuelve. Como que no pegan. Son dos mundos diferentes. Es como gritar o abroncar a alguien con una sonrisa.

A nivel individual en el personaje de Alex también lo vemos. Cómo un amante de una música tan bella como la novena sinfonía de Beethoven, puede cometer actos tan crueles y violentos. Como se puede emocionar al oír a una cantante de ópera, pero con un rostro de odio y rabia.

Cuando la banda de Alex penetra en las casas donde aparentemente hay paz y sosiego me recordó a los yoes negativos que intentan invadir nuestra casa psicológica y hacerse dueños, dañar lo bueno que tenemos dentro, para dificultar nuestro crecimiento.

La gran maquinaria de la sociedad, del sistema, no puede arreglar (curar), a las máquinas individuales. Como quiere hacer el ministro del interior y el experimento con Alex, para transformar los criminales en ciudadanos ejemplares. La máquina no puede arreglarse a sí misma, necesita de algo externo, un conocimiento superior, perteneciente al círculo consciente de la humanidad, para provocar un cambio verdadero en nosotros, una transformación real. Si no es de este modo el fracaso está asegurado, como vemos al final de la película con la transformación mecánica de Alex.

comentario película: «EN BUSCA DE LA FELICIDAD»

comentario película: «EN BUSCA DE LA FELICIDAD»

Si tomamos como ejemplo de la felicidad verdadera el cubo de rubik completado, con sus caras perfectamente ordenadas por colores, lo que podríamos llamar “estar despierto”, nosotros en nuestra psicología actual nos encontramos con el cubo totalmente desordenado, fragmentado y nuestra vida es un reflejo de ese cubo. Para comenzar a unir los colores e ir dando forma a las caras del cubo, necesitamos la ayuda de personas que hayan logrado unificar los colores gracias a un trabajo y esfuerzo sobre sí, sostenido en el tiempo.

En esta película Will Smith va formando sus propias caras del cubo aunque dentro de la vida mecánica, no lo hace de forma consciente, pero algo interno le guía en esta dirección.

Toda la vida del protagonista parece estar desordenada como las caras del cubo, pero tiene la voluntad de ir moviendo las piezas, dar pasos para ordenar su vida y lograr la felicidad.

La pequeñas tareas y ejercicios que se proponen en el trabajo de escuela pueden ayudar a ir juntando cuadraditos por colores, a conectar ideas y poder tomar conciencia de conductas y hábitos que sobran en nuestra vida cotidiana. Algo pequeño y sencillo puede dar forma a algo más grande, como un cuadradito sumado a otro puede formar una cara del cubo del mismo color.

También me pasó la idea de que si alguien pudo completar el cubo, si alguien ya lo hizo, existe la posibilidad de que todos podamos lograrlo. Recuerdo que en clase de budismo, Javier el instructor señalaba a menudo que si los maestros del pasado podían despertar a través de su esfuerzo y trabajo interno, nosotros no íbamos a ser tan especiales como para no lograrlo si seguíamos  sus enseñanzas y prácticas.

La máquina para la salud que vende Will Smith, parece ser la carga que arrastra sobre sí, el peso de las dificultades de la vida, que lo acompaña a todas partes, como la antigua forma de pensar que no deja espacio para que una nueva forma de pensar (la metanoia), llegue a su psicología. Cuando empieza a soltar la carga, descubre capacidades innatas que no sabía que tenía.

Me gustó la frase que dice el protagonista a su hijo: “nunca dejes que nadie te diga que no puedes hacer algo”.

En una escena el protagonista va corriendo con su hijo por una calle cuesta arriba porque pierden el autobús del colegio, cargado con libros, la mochila, etc., como un ejemplo de super esfuerzo en la vida mecánica, que nos puede mostrar hasta donde podemos llegar, el alcance de nuestras posibilidades.

Todos tenemos muchas montañas que escalar, como dicen en la película.  La vida mecánica está llena de montañas. Cada uno de nosotros con nuestras montañas particulares. El Trabajo puede darnos la posibilidad de una indumentaria y el equipo necesario  un lenguaje, conocimientos), para hacer de la subida una experiencia consciente y a cada paso que damos adquirir comprensión de nuestras acciones, pensamientos y emociones y poder lograr un cambio  en el ser.