Niveles de Hombre/Mujer según el Trabajo.

Niveles de Hombre/Mujer según el Trabajo.

AUTOR: Emma Sánchez.

Existen 7 niveles de Hombre/mujer según el trabajo:

Hombre/Mujer 1: Nivel de consciencia o Ser es el que posee una persona que tiende a resolver cualquier situación basándose en sus instintos. Su centro predominante es el centro instintivo-motriz.

Ejemplo de un nivel 1

Ejemplo de un nivel 1: Homer Simpson o Phil Connors en la película “Atrapado en el tiempo”

Hombre/Mujer 2: Nivel de consciencia o Ser es el que posee una persona que tiende a resolver cualquier situación basándose mayoritariamente en sus emociones. Su centro predominante es el centro emocional.Hombre/Mujer 3: Nivel de consciencia o Ser es el que posee una persona que tiende a resolver cualquier situación de forma racional pero excluyendo las emociones y sus instintos. Su centro predominante es el centro intelectual.

Ejemplo de un nivel 2

Ejemplo de un nivel 2: Bridget Jones, Romeo y Julieta,

Hombre/Mujer 3: Nivel de consciencia o Ser es el que posee una persona que tiende a resolver cualquier situación de forma racional pero excluyendo las emociones y sus instintos. Su centro predominante es el centro intelectual.

Estas tres tipologías están supeditadas a las experiencias externas y resuelven los conflictos vivenciales de forma automática o mecánica dependiendo de su centro o motor correspondiente. Su evolución está regida por las vivencias externas. Una persona de número 1 suele resolver por ejemplo sus conflictos de forma violenta, agrediendo a una tercera persona o a sí mismo. Una persona número 2 de Ser suele estar dominado por sus emociones sean las “denominadas positivas” o las negativas y no las suele controlar en los momentos críticos. Una persona número 3 utilizará sus conocimientos e intelecto para resolver un problema sin relacionarlo con sus emociones ni sus instintos, de forma fría y calculadora. Ante una misma situación, cada tipología actuaria de forma diferente, desde su centro.

Ejemplo de un nivel 3

Ejemplo de un nivel 3: Sherlock Holmes o Sheldon Cooper de la serie The Big Bang Theory

Hombre/Mujer 4: Ser equilibrado. Su centro de gravedad no está en el Centro Instintivo ni en el Centro Emocional ni en el Centro Intelectual sino que está distribuido entre los tres.

El hombre/mujer 4 no nace, se hace. Aunque está influenciado por las experiencias externas, es capaz de resolver una situación escogiendo la forma de resolverlo, es decir que es capaz de entender y comprender una situación y actúa en consecuencia con el centro que corresponda. Son personas que a través de su voluntad, su disciplina y su auto-control no se dejan llevar por las situaciones externas por muy negativas que sean. Estas personas siempre tienen un talante de diálogo y no imponen sus creencias u opiniones a terceras personas. Maurice Nicoll, psiquiatra británico alumno de Gurdjieff y Ouspensky: “Un Hombre Equilibrado o un hombre que se propone ser equilibrado sabe que cada aspecto de la vida es necesario para el desarrollo. No pierde el tiempo quejándose de la vida o encontrándola mala, porque entiende que la vida es una escuela y que éste es su verdadero significado, que la vida es un medio y no un fin en sí misma.

Hombre/Mujer 5: Es una persona equilibrada que ha acumulado suficiente comprensión y conocimiento para entender las situaciones recurrentes de su vida y vivir en un estado de imparcialidad en relación con lo que sucede a su alrededor. Son flexibles y adaptables en el entorno y pocas veces se perturban antes conflictos externos. Suelen estar conectados con el conocimiento existente en el espíritu universal, o como denomina Jung, inconsciente colectivo o los campos mórficos de Sheldrake pero sin dejarse dominar por ellos. A esta altura de la evolución el hombre/mujer 5 ha llegado al estado de integración de Sí en conexión con el centro emocional superior.Hombre/Mujer 6: Son personas difíciles de encontrar ya que suelen pasar desapercibidas, tienen una capacidad de comprensión que supera su existencia terrenal ya que acceden en el momento que quieran al conocimiento universal a través del centro intelectual superior, es decir en este caso, la persona nivel 6 está conectada de alguna forma al conocimiento universal y recibe de éste la información de forma alegórica, metafórica.

Hombre/Mujer 6: Son personas difíciles de encontrar ya que suelen pasar desapercibidas, tienen una capacidad de comprensión que supera su existencia terrenal ya que acceden en el momento que quieran al conocimiento universal a través del centro intelectual superior, es decir en este caso, la persona nivel 6 está conectada de alguna forma al conocimiento universal y recibe de éste la información de forma alegórica, metafórica.

Hombre/Mujer 7: 

Según Ouspensky en su libro: «Psicología de la posible evolución del Hombre», el hombre/mujer 7 es todo lo que un hombre puede llegar a alcanzar en este plano. Tiene un «Yo» permanente y una voluntad libre. Puede controlar todos los estados de conciencia en sí mismo y ya no puede perder nada de lo que ha adquirido. De acuerdo con otra descripción, él es inmortal dentro de los límites del sistema solar.

La canción

La canción

AUTOR: MAURICE NICOLL

COMENTARIOS PSICOLÓGICOS SOBRE LAS ENSEÑANZAS DE GURDJIEFF Y OUSPENSKY  VOLUMEN I 

El Trabajo se ocupa de lo que una persona es psicológicamente. Hoy nos referiremos al aspecto del hombre llamado en el Trabajo «Cantar su Canción». Este es un cantar psicológico, no físico. Se basa en la consideración interior —hacer las cuentes interiores— es decir, sentir que a uno le deben y tenerlo bien grabado en la memoria. A «te respecto todos tienen una canción que cantar. Si se quiere conocer realmente qué clase de cuentas interiores se han hecho a lo largo de la vida, se empieza por observar la típica «canción». Cuando en el Trabajo se llama a una persona un «buen cantante», esto se refiere a la canción que canta. A veces la gente canta su canción sin que se la aliente y a veces, después de algunas copas de vino, comienzan a cantar francamente. Las personas suelen cantar acerca de lo mal que las trataron, de que nunca tuvieron una buena oportunidad, de sus pasadas glorias, de que nadie entiende sus dificultades, que se casaron mal, que sus padres no las comprendieron, que en realidad son buenas personas, que no las aprecian, que no las comprenden, y así sucesivamente, y esto significa que todos son culpables excepto ellas mismas. Todo esto es hacer cuentas interiores, o más bien es el resultado de hacer cuentas. Esta ‘es una forma de consideración interna.

Ahora bien, ¿por qué creen que en el Trabajo es necesario hacer todo lo posible para librarse de las canciones? ¿Por qué es preciso reparar en ellas, hambrearlas, expulsarlas de la posición central que ocupan en nuestra vida hasta que sólo canten en escasas ocasiones, con voz débil, y quizá, por último, hacerlas callar para siempre? Nos incapacitan interiormente. Nos roban nuestra energía. Se sonríe valientemente —todos conocemos esa valiente sonrisa —y se dice que todo es mentira—. En el Trabajo, alguien que canta bien no puede ir más allá de sí mismo. Es víctima de sus propias cuentas. En cuanto algo se pone difícil empieza a cantar. Esto lo detiene:  No puede crecer. Quizá se eche a llorar. No puede cambiar su nivel de ser. No puede ir más allá de lo que es —es decir, un hombre impedido por tristes canciones—. Es un signo de ser lo que se es y para cambiar el ser es preciso no ser lo que se es. En lugar de trabajar sobre sí, esa persona en situación difícil, comienza a cantar en seguida, quizá bella y tranquilamente. Si la critican o le hablan con dureza, se compadece a si misma o se deja llevar por la ira, y siente que no la comprenden. Y entonces comienza a cantar, ya sea suavemente para sí o para los otros, en especial para la gente que le presta atención. Muy a menudo una persona traba amistad con otra sólo porque le es fácil cantarle su canción, y si la otra persona le pide de pronto que se calle, se ofende tan profundamente que corre en busca de un nuevo amigo —una persona que lo comprenderá verdaderamente, tal como suele repetirse— como si alguien pudiera comprender a otra persona con tanta facilidad. «Si tan sólo», dicen. Para comprender a otra persona, es preciso primero comprenderse a sí mismo, y esto sólo se logra parcialmente después de un arduo trabajo sobre sí y de tener vislumbre de lo que uno es realmente. Por cierto un buen cantante no se comprende a sí mismo. Prefiere cantar la canción de no ser comprendido y soñar así con un mundo maravilloso donde todas las cosas estén arregladas de tal modo que él es la figura central. Y esta actitud y estos sueños crean debilidad y, de hecho, una verdadera enfermedad psicológica, y a veces un hombre debe pagar sus consecuencias durante toda la vida.