Aquí se nos muestra la posibilidad de un camino de evolución en el hombre en el tíempo, ya sea pasado, presente o en el futuro y las posibles dificultades, la “Odisea”, como indica el título, para llegar a ser más conscientes.
En nuestro ser, la máquina, que aquí toma la forma de Hal 9000, el ordenador de la nave espacial, pone una fuerte resistencia, para interferir en el cambio. No quiere abandonar el control, el poder sobre la nave, sobre la persona que somos. La mente formatoria quiere apagar la luz de las nuevas ideas que nos llevan a una nueva manera de pensar. Lo que se sale de ciertos límites no existe porque va más allá de su comprensión. Hal, el ordenador de la nave se revela y señala: “quiero demasiado esta máquina para permitir que usted la ponga en peligro”, “sé que usted y Fran estaban planeando desconectarme y eso es algo que no puedo permitir que suceda”. Dave, el tripulante, como yo observante penetra en la máquina, para ver que funciona mal y que hay que cambiar para llegar al destino, el monolito, ser más conscientes.
Cuando los tripulantes de la nave, Frank y Dave, se aíslan en la cápsula para no ser escuchados por la computadora Hal es como cuando al meditar buscamos un lugar donde por unos instantes escapamos al control del ruido de nuestros pensamientos.
Uno de los tripulantes hace un comentario en referencia al ordenador de a bordo: “el funcionamiento de la nave está bajo su mando”, o sea la personalidad o falsa personalidad tienen el control sobre la psicología del individuo.
El monolito es la representación de un nivel más elevado de consciencia, el lugar o estado donde la nave quiere llegar, pero el ordenador de a bordo, la parte formatoria intenta por todos los medios interferir este propósito.
La película nos invita a mirar hacia adentro, lo que no se ve, lo que normalmente no prestamos atención y en los momentos en que la imagen es totalmente negra, nos vemos reflejados en la pantalla del televisor, como un instante de presencia total, de reflexión de quienes somos y donde estamos en esa nave que somos nosotros, nuestra casa, nuestra ciudad, el país, el planeta, y así hasta la totalidad del universo. ¿quien es el observador y que lo observado? ¿somos nosotros quien observamos ese universo que aparece en la pantalla?. ¿o es el universo que observa nuestras acciones diarias?.