Encontrar el verdadero propósito de nuestra existencia, el sentido de nuestra vida, la chispa como aquí lo llaman, es la forma en como nuestra alma se refleja en cada experiencia que tiene a través del descubrimiento, a cada paso de su viaje en este planeta tierra. La vocación, la profesión que desarrollemos es simplemente el contexto donde ánima pude descubrir y aprender la esencia de la vida, las cosas que verdaderamente son importantes, el alimento, las impresiones que nos enriquecen, como una sonrisa, sentir la arena de la playa bajo los pies, un abrazo, acariciar un animal, un atardecer, etc. La mirada infantil, el gesto de la cara, el brillo en los ojos delata cuando anima está presente en un evento.

Me vino la idea como si la vida fuera la música y dentro de ésta las diferentes canciones y melodías las situaciones y circunstancias que experimentamos.

En nuestro estado actual de ser, nuestra vida está desafinada, porque no conocemos la partitura, los instrumentos, nuestra máquina. Vamos por la vida como las almas perdidas, dentro de una nube negra formada por el ruido de yoes negativos, aislados, sin música en nuestras vidas, escuchando sólo nuestros propios lamentos. Por ello es necesario la ayuda de un maestro y una Escuela que nos ayude a interpretar el lenguaje, las notas, los ritmos, las octavas, etc. Y tener la posibilidad de escuchar y componer canciones.

Joe, el pianista tiene una lección de vida que aprender y por eso cae en la alcantarilla. Eligió el camino largo para el encuentro con su parte anímica a la que había desterrado. Lo adquirido tenía el control en su vida. 22, el alma rebelde hace de maestro recordándole donde está la chispa, la esencia de las cosas, el verdadero aprendizaje. Tiene que hacer un camino de retorno, de recordatorio para descubrir su origen y darse cuenta que todo lo grande está formado por cosas pequeñas y que tenemos que escuchar a nuestra parte anímica más a menudo. Y que el talento oculto igual que la enseñanza ha de expandirse, fluir, transmitirse como alimento para todo aquel que lo busca y lo valora.

Cuando Joe escapa del hospital apenas sin ropa, como un nuevo hombre más despierto, es como salir de la vida mecánica, sacarse las animosidades y actitudes fijas e ir en busca del mejor traje disponible, una mejor personalidad para el mejor concierto de su vida. Tener un traje adecuado para cada evento, creado con consciencia.

Me gustó cuando la estrella del jazz le dice a Joe “¿Dónde estuviste?” después de escuchar su interpretación. Como si su esencia, la parte más real de Joe, le preguntara a su parte más mecánica dónde había estado todo ese tiempo. Había estado ausente, muerto en vida.

Como Joe, tenemos la posibilidad de otra oportunidad y lo sentí como si fuera dirigido a mí, cuando le dicen: “¿Qué vas a hacer con tu vida?”.