INTRODUCCIÓN AL TRABAJO PRÁCTICO

INTRODUCCIÓN AL TRABAJO PRÁCTICO

Comentario de Maurice Nicoll:

“Se le dice que hay una cosa que puede hacer respecto de sí y es obser­varse a sí mismo, observar el trabajo de los diferentes centros y observar los diferentes «Yoes» en sí, observar cuando está considerando interiormente, ob­servarse cuando es negativo, cuando se está identificando, cuando se justifica a sí mismo, etc. Este Trabajo se propone integrar una persona, fortalecerla y hacer que tenga una relación más clara con todo cuanto tiene lugar dentro de ella. Por esta razón se le enseña ante todo a observarse a sí misma, y luego a observarse a sí misma desde ciertos ángulos bien definidos. Un hombre debe dominarse, debe ser firme, debe dejar penetrar la luz dentro de sí con el fin de ver lo que tiene lugar en él y ver así hacia donde va. Además debe observar donde habla equivocadamente, donde se queja y no trabaja, donde dice mecánicamente cosas que deberían pertenecer a la obser­vación de sí.

Es muy necesario establecer una clara per­cepción de dónde está uno. No quiero decir con ello el lugar donde se está en el espacio físico sino dónde se está en el mundo de relaciones que es el verdadero mundo donde vivimos. Todo radica en las relaciones, en cómo estamos en relación con las cosas. No se puede cambiar la cosa misma, pero se pueden cambiar las relaciones que tenemos con ella. Todo este Trabajo se refiere al cambio de las relaciones, tanto con nosotros mismos como con la vida. Decir que no se puede hacer nada es tomar la idea del Trabajo de un modo muy equivocado. No se puede cambiar la vida. No se puede hacerlo en ese sentido, pero se puede cambiar uno mismo y las relaciones que se tiene con todo. Esto es lo que el Trabajo subraya una y otra vez.

Recuerden que toda la cuestión estriba en cambiar nuestras re­laciones con las cosas, en tomar las cosas de una manera nueva y así en pensar acerca de todo en una forma nueva.”

                                                                                                                                Maurice Nicoll

Si tomamos esta idea y comparamos la vida como si fuera un tablero de ajedrez y nuestras decisiones, nuestros pasos por la vida las hacemos por ejemplo con las piezas blancas y siempre se mueven por las mismas casillas, siempre repitiendo los mismos movimientos, los mismos errores, con nuestra habitual forma mecánica de pensar, sentir y hacer, la respuesta de la vida que responde con las piezas de color negro siempre será la misma, con idéntico resultado. La vida mecánica siempre nos va a ganar la partida de atraparnos en el sueño. Todo nos va a suceder como hasta ahora, nada va a cambiar y nada podremos hacer. Pero si vamos tomando conciencia y comenzamos a cambiar nuestra forma mecánica de tomar las cosas y los movimientos de las piezas blancas empiezan a ser diferentes, con una nueva forma de sentir, hacer y pensar, vamos a elegir mejores casillas, mejores decisiones y las piezas de la vida, las de color negro, van a empezar a moverse de otra forma, a ocupar otro lugar y los resultados van a ser distintos; vamos a tener la posibilidad de hacer una mejor partida y atraer cosas nuevas. Más conciencia en nuestros movimientos, mejores resultados en la vida.

No podemos cambiar la vida, la organización de este tablero de juego, pero sí nuestros movimientos, para que sean más acertados, con más conciencia, para que las piezas que mueve la vida no nos cierren el camino hacia una vida más feliz. Poder caminar por las mejores casillas del tablero.

Comentario película: «LA PRINCESA MONONOKE»

Comentario película: «LA PRINCESA MONONOKE»

El bosque donde vive la princesa Mononoke junto a su familia de lobos ha sido invadido por influencias externas; un grupo de hombres armados y violentos encabezados por su líder Lady Eboshi. Es como una metáfora del estado de ser de las personas que viven bajo el poder de las emociones negativas, en la mecanicidad, dentro del nivel más bajo del rayo de creación. La princesa, los lobos y demás animales son como los yoes del bosque, que habitan dentro de nuestra psicología; nuestro bosque y donde el veneno de las emociones negativas que contamina y enferma a las personas también ha contagiado al bosque y sus habitantes. Como ocurre con el centro emocional estas influencias negativas no le pertenecen, llegan al bosque desde el exterior, de impresiones externas. Se instalan en esa habitación de nuestra casa, de nuestro hogar psicológico y desde allí van creciendo y adueñándose de las otras habitaciones, nuestros centros psicológicos.

La ira, la rabia, el odio, la violencia son como una enfermedad que nos debilita, nos deja sin energía y sin fuerzas para llevar una vida feliz. Como le sucede al jabalí que viene del bosque, nos transforma en una especie de demonio que contagia a todo cuanto hay a su alrededor.

Pero como dice uno de los personajes: “existe un lugar al oeste de las montañas donde habita el espíritu del bosque”. En nosotros ese lugar escondido sería nuestro lado esencial.

El joven príncipe Ashitaka y la princesa Mononoke serían como esos yoes más conscientes que quieren trabajar para despertar la parte más esencial del ser humano y en esta historia al espíritu del bosque. Para ellos los humanos y el bosque pueden vivir en paz. Lo más externo como la personalidad y lo más interno como la esencia pueden estar en equilibrio. En el otro extremo está la gobernanta de la ciudad de hierro, lady Eboshi, con su ejército como los yoes más negativos que quieren destruir al espíritu del bosque, silenciar la esencia para tener el control de la máquina humana. Pero después de sufrir el camino largo y ver los resultados dolorosos de sus acciones, se da cuenta de su error, rectifica y propone a sus compañeros construir una nueva ciudad, pero una buena ciudad, a nivel psicológico un nuevo ser, con una nueva personalidad.

Y al final de la historia renace y florece un nuevo bosque. La esencia, como el espíritu del bosque crece y da forma a un nuevo paisaje lleno de vida y de luz. El viejo bosque, con las viejas actitudes, las emociones conflictivas ya no tienen lugar en el nuevo ser. Un nuevo bosque, un nuevo ser se ha formado.

LAS EMOCIONES NEGATIVAS

LAS EMOCIONES NEGATIVAS

                             

INTRODUCCIÓN

Son muchas las emociones negativas, y todos más o menos tenemos alguna idea del sabor de algunas de estas emociones negativas, porque en algún momento hemos sido o estamos siendo víctimas de su poder. Forman parte de nuestra vida cotidiana, son asistentes no gratos a nuestra fiesta, a nuestra vida psicológica, a veces se cuelan sin ser invitados y otras las dejamos pasar por falta de conciencia, por no estar atentos a su llegada. Pero no son necesarias en nuestra vida porque contaminan todo lo que tocan. El miedo, la ira, la tristeza, el odio, el rencor, el resentimiento, la soledad, la culpa, la amargura, la inseguridad, la apatía, el desencanto, la vergüenza, la envidia, los celos, la depresión, y muchas otras más. Son como los virus, los parásitos, viven de nuestra energía y si las acogemos, si les abrimos la puerta de nuestra casa, nos van a debilitar y van a tomar el control de todas nuestras acciones y decisiones. Nuestras decisiones desde ese estado negativo pueden llevarnos a situaciones conflictivas como vemos muchas veces a nuestro alrededor, disputas entre compañeros de trabajo, con la pareja, con familiares y en otra escala: violencia de grupo en rivalidades por la religión, diferencias deportivas, crisis económicas, guerras, etc.

QUE SON LAS EMOCIONES NEGATIVAS

Para comenzar vamos a hacer una breve descripción de lo que llamamos emociones negativas.

El término emoción proviene del latín emovere, “poner en movimientos”, impulso que induce a la acción. Estado de ánimo causado por impresiones de los sentidos, experiencias, ideas o recuerdos, que se manifiesta en diferentes sentimientos. Una emoción saca a uno de su estado habitual.

Las emociones negativas son respuestas y reacciones desagradables e incómodas ante ciertas situaciones o personas, producen malestar psicológico y pueden ir acompañadas de reacciones fisiológicas como dolor de cabeza, estomacal, náuseas, mareos, etc. Es una experiencia psicofisiológica compleja e intensa de un individuo. Pueden provenir de objetos del mundo externo y también derivarse de los recuerdos, al estar en contacto con nuestros pensamientos e ideas.

Comentario de autor de Cuarto Camino: “cuando estamos tomados por una emoción negativa, no podemos pensar ni hacer nada, la emoción negativa es la que toma el control. Tiene un poder tan grande que puede llegar a gobernar varios aspectos interiores inclusive a toda la persona.»

El trabajo sobre las emociones negativas es importantísimo para poder hacer un trabajo de autoconocimiento y desarrollo interior. Tenemos la posibilidad de elegir un estado emocional mejor del que vivimos ahora si somos conscientes de las emociones negativas que viven en nosotros.

Para poder trabajar sobre las emociones negativas primero tenemos que localizar en nosotros las emociones que habitualmente frecuentan nuestra psicología y que a veces se disfrazan como emociones positivas, se camuflan como muchos animales en la naturaleza para permanecer ocultos.

¿Por qué se llaman emociones negativas?

Por sus efectos. Tienen efectos negativos en la salud en uno mismo y en el entorno. Causan daño, malestar, lastiman, hieren. Pueden tener consecuencias nefastas. Pueden llevarnos a la violencia o alguna forma de autoviolencia, hasta llegar al dolor y sufrimiento.

ORIGEN DE LAS EMOCIONES NEGATIVAS

Las emociones negativas son aprendidas de nuestro entorno desde pequeñitos. No hemos nacido con ellas. Las adoptamos por imitación de las relaciones de nuestro círculo de amistades, familia, compañeros de colegio, del trabajo, medios de comunicación, películas, etc. En la vida cotidiana o mecánica como se dice en este trabajo, forman parte del menú diario y está visto como algo natural en las relaciones entre las personas y lo extraño parecería que no estuvieran. Por eso es tan difícil separarse de ellas, porque están muy integradas en nuestra psicología. Como gesticulamos, los tonos de voz, nuestro vocabulario, lo vamos imitando de lo que tenemos a nuestro alrededor. Forman parte de la vida mecánica sobre la tierra, pero no de la vida consciente y las personas conscientes.

Un concepto que se explica desde este conocimiento es que todas las personas tenemos centros. Son el centro motriz, el emocional, y el intelectual (cuerpo, emociones y pensamiento). Nos centraremos en el centro emocional. Nosotros nacemos con el centro emocional limpio, pero a medida que vamos creciendo este centro se va dividiendo en una parte positiva con emociones positivas y una parte negativa con emociones negativas. Este no es el estado natural de nuestro centro. Podríamos llevar una vida tranquila sin emociones negativas. No necesitamos de las emociones negativas. Pero nuestra vida cotidiana creemos que si tenemos un examen debemos pasar nervios, si no sabemos de algún conocido hay que preocuparse, si tenemos que mudarnos hay que sentir estrès, o si la economía va mal voy a pasarlo mal y muchas otras más situaciones que se pueden dar.



¿DE QUE SE ALIMENTAN LAS EMOCIONES NEGATIVAS? ¿DE QUE VIVEN LAS EMOCIONES NEGATIVAS?

Las emociones negativas necesitan de nuestra energía para poder vivir. Cuando estamos dentro de la emoción negativa, ésta se está llevando nuestra energía y es fácil verlo en nosotros y otras personas cuando después de una bronca, discusión o con algo negativo que vamos dando vueltas quedamos con un malestar físico, agotamiento, apatía, como si nos chuparan la energía. Esta energía que se ha llevado la manifestación o expresión de la emoción negativa, ya no la tenemos para otras actividades de nuestra rutina diaria ni para nuestro trabajo interior. Por eso es tan importante el trabajo sobre las emociones negativas en este camino de autoconocimiento y desarrollo interior, porque necesitamos esa valiosa energía para nuestro crecimiento. Todas las emociones negativas dificultan el trabajo interior. Si lo vamos observando, con el tiempo nos vamos a dar cuenta que las emociones negativas no las necesitamos en nuestro hogar psicológico, son como ocupas que viven en nosotros, pero con la observación y el recuerdo de sí podemos expulsarlos de nuestra psicología y llevar una vida que nos pertenezca. Necesitamos esa energía para poder crecer, por eso todas las emociones negativas dificultan el crecimiento interior.

Todos los que vivimos, conocemos o hemos visitado grandes ciudades sabemos que tienen barrios mejores y barrios peores donde vivir. ¿En qué barrios de nuestra máquina psicológica, en que partes de nosotros queremos estar? ¿En las mejores partes o en las peores? Si prestamos más atención a nuestras emociones negativas, si somos más conscientes, si conocemos mejor nuestra máquina, nuestra ciudad, podremos elegir en que parte de nosotros queremos estar y donde no, y desde allí construir una ciudad mejor, una vida más armoniosa.

No se si han visto la película Atrapado en el tiempo, o como se conoce popularmente, el día de la marmota y como el protagonista se mueve al principio desde unas emociones negativas, atrapado en el día 2 de febrero, en un día que odia y que lo llevan siempre al mismo lugar, a repetir siempre lo mismo cada día. Siempre termina el día en un estado negativo. El orgullo, la vanidad, la apatía, el desprecio a sus compañeros le hace vivir una y otra vez el mismo día que tanto odia desde la emoción negativa y cómo desde ese estado, las consecuencias son siempre dolor y sufrimiento. Desde la hipocresía y el interés propio los resultados siempre lo llevan al mismo lugar. Empezar de nuevo el mismo día con los mismos eventos y la violencia hacia sí mismo y los demás. Hace un camino muy largo por no ser consciente de las consecuencias de las emociones negativas. Al final de uno de esos días, Rita, su compañera de trabajo le dice que esa “maldición“ que le sucede día tras día la puede tomar desde otro punto de vista. Al día siguiente prueba cambiar de actitud. Se da cuenta que puede usar ese tiempo y esa energía en algo más constructivo y como al ir cambiando su actitud y moviéndose desde otro lugar de su interioridad los resultados son diferentes. Sin las emociones negativas emplea su energía en tareas diarias que le ayudan a crecer como persona, tocar el piano, hacer escultura, literatura, conocer a sus compañeros de trabajo y las gentes del lugar, etc. e indirectamente ayuda a las personas de su entorno. Se ha producido un cambio y da inicio a un nuevo día. A podido escapar de esa cárcel de emociones negativas. El evento era el mismo, pero cambió su estado. Un estado sin emociones negativas.

Al inicio el protagonista quedó atrapado en el tiempo, pero más bien quedó atrapado en la prisión de sus emociones negativas, una cárcel psicológica, aislado de su parte más consciente, un camino largo sin fin, hasta que un día al despertar por la mañana cambió desde el inicio su actitud y ya vimos como siguió su día.

COMO MANTENEMOS EN EL TIEMPO LAS EMOCIONES NEGATIVAS

La justificación

En este trabajo para luchar con las emociones negativas tenemos que hacer un esfuerzo para no escuchar los argumentos de la justificación. No es necesaria la justificación para sentirse mal o violento. Si justificamos las emociones negativas nos decimos que son necesarias para vivir algún evento. Si el bus llega tarde no justifica un mal día.  Si estoy de trabajo hasta las cejas no justifica hablar con desprecio a mí a compañeros. Si me salpicaron de tomate el pantalón en la comida no justifica pasar un rato desagradable. ¿cómo no me voy a enojar? ¿cómo no voy a estar triste? ¿cómo no me voy a preocupar? ¿cómo no voy a insultar? ¿o gritar?, etc. Nosotros mismos justificamos a las emociones negativas.

Cuando justificamos la emoción negativa le estamos otorgando un valor añadido, como si fueran necesarias para nuestro cotidiano vivir.

Una persona que llega a su casa a la noche después de un duro día de trabajo en la empresa y llega con la cabeza baja, sin apenas mirar a su pareja, sin hablar con sus hijos, con una mirada desagradable, seco en palabras, y que el tiempo que le queda libre del día en casa lo pasa mirando las noticias de la tele. Su pareja le pregunta por su estado de ánimo y él le contesta de mal humor: ¿cómo voy a estar después de trabajar todo el día como un esclavo?, cansado, aguantando la bronca del jefe, las críticas de los compañeros, nada ha salido bien de las tareas que me tocaron por hacer. Luego al terminar la jornada laboral comenzó a llover y el tráfico estaba peor que nunca. Tardé en llegar a casa el doble que un día normal y al llegar a casa ya no me quedó tiempo ni para cenar con tranquilidad ya pensando e ir a dormir pronto para madrugar al día siguiente. Y mañana más de lo mismo. Acabó con enojo, malhumorado, con ira, con apatía; y así vamos alimentando estas emociones negativas dándoles nuestro poder, nuestra energía, y así son ellas las que gobiernan nuestra vida.  No permiten cambio alguno en nosotros porque ya no tenemos energía para reaccionar. Ya lo vemos como nuestra normalidad cotidiana y somos alimento para la vida mecánica o vida orgánica sobre la tierra como se le llama en el lenguaje de este trabajo. Salir de este bucle recurrente es posible desde la visión de un trabajo consciente proveniente de una Escuela de autoconocimiento.

LA CAUSA DE LAS EMOCIONES NEGATIVAS

La identificación

La identificación es uno de los conceptos de este Trabajo que más se estudia en esta enseñanza. Es un estado interior en el cual no podemos ver al objeto separado de la animosidad. Nos enganchamos, nos apegamos a un pensamiento, una emoción, una situación, un objeto, una ideología. Somos uno con lo que nos identificamos y lo que le sucede a aquello con lo que nos identificamos es como si nos sucediera a nosotros.

Cita de autor de Cuarto Camino:

“La identificación nos aleja de la objetividad ya que vemos las cosas desde un solo lado, del lado de la identificación. Si nos identificamos con blanco no veremos el negro y menos aún los grises.”


A veces escuchamos como alguien identificado con su equipo de fútbol favorito dice: ayer jugamos fatal, el árbitro nos robó el partido, si seguimos así este año no vamos a ganar ningún título y va a ser un desastre de temporada. Tenemos que fichar jugadores de más calidad para el próximo año, si no vamos a seguir como estamos. Si nos fijamos esta persona habla en todo momento en primera persona en plural como si hubiera estado jugando con el equipo o formara parte de la estructura técnica del club deportivo. Esta persona esta identificada con el equipo. En realidad no estuvo en el terreno de juego, esta persona no jugó el partido, pero todo lo que pasó en el partido era como si le hubiese pasado también. Y tampoco tiene decisión directa en los futuros fichajes de jugadores para el equipo de fútbol, pero pareciera formar parte de la dirección deportiva de este club de fútbol. Todo lo negativo y positivo que le sucede a su equipo es como si le sucediera a esta persona. Esta identificación alimenta la formación de las emociones negativas.

Igual lo vemos cuando nos identificamos con una ideología política y cómo nacen las emociones negativas cuando nos critican desde otra formación política. La separación que se crea entre las personas por ser de un partido político o de otro. Somos uno con esa idea y lo que critica a esa idea es como si fuera a nosotros. Al identificarnos con esa idea somos más vulnerables a las opiniones de los demás y caemos en la animosidad.

Hay emociones que con el tiempo quedan como latentes en nosotros y parece que no están, pero que al no trabajarlas pueden atraer situaciones recurrentes donde manifestarse. Podemos pensar que aparecen provocadas por eventos externos, pero en realidad ocurre al revés, el estado interno provoca la aparición de esa situación que despierta la emoción negativa. Vemos muchas veces como al querer evitar una emoción negativa cambiando algo externo, ésta aparece en otra situación diferente. La emoción nos sigue allá donde vayamos mientras no trabajemos nuestra interioridad.

Un ejemplo con una persona que se enojaba e irrita a en gran medida ante el más mínimo sonido elevado a su alrededor.  Le molestaban los niños cerca, perros que ladraban, la música elevada, los vecinos hablando alto. Trataba de evitar los lugares donde había sonidos molestos, pero si cambiaba de vivienda encontraba otros vecinos que repetían los ruidos, si buscaba un bar tranquilo aparecían los niños que le molestaban, o los perros que ladran, o vehículos ruidosos, etc. Su estado interior atrae el evento. Sin un trabajo sobre el enojo el evento lo repite de forma recurrente.

Cuando el enamorado le dice a su amada: «no puedo vivir sin sí» o «sin ti yo muero». Esto sería un ejemplo de identificación. La identidad del enamorado se construye solamente al estar con la otra persona, y si esto no sucede, hay emoción negativa. El enamoramiento transformado en emoción negativa (obsesión, posesión, etc.) causa daño.

Por eso es tan importante observarse en esas situaciones y ver donde se originan esas emociones negativas. No podremos cambiar el evento, pero sí la forma en como reaccionamos ante ese evento, no actuar de la misma manera mecánica como hasta ahora hemos hecho. Cambiar algo a ver que pasa, como un experimento en nosotros.

Identificarnos es una forma de entregar nuestra energía a las emociones


EL TRABAJO SOBRE LAS EMOCIONES NEGATIVAS

Para comenzar a trabajar sobre las emociones negativas necesitamos el contexto de una Escuela de autoconocimiento como el Cuarto Camino. No se puede hacer este Trabajo sólo, se necesita un camino para conocer como trabajar en nosotros, de personas que ya lo han transitado.

Cita:  “Las únicas técnicas para liberarnos del sufrimiento que producen las emociones negativas las encontramos en las Escuelas, y apuntan generalmente a la toma de conciencia de las mismas y por último a su trascendencia.
            Cuando decimos liberarnos de las emociones negativas, nos referimos a técnicamente a que las mismas no decidan, ni planeen, nuestra vida anímica.”

Para trabajar sobre las emociones negativas primero hay que observarlas en uno mismo, cuando aparecen y cómo actúan. Hay que evitar hasta la saciedad su manifestación ya sea de forma oral, con gestos o violencia. Si nos resistimos a su expresión y les quitamos el alimento que les da la energía, les haremos pasar gana, hasta que se debiliten y pierdan su poder. Pero para esto hay que observarse y recordarse cuando la emoción negativa aparece y no dejar que decida por nosotros. Si vamos alimentando las emociones negativas, con el tiempo se van a ver reflejadas en las actividades cotidianas de nuestra vida, como consumir ciertos alimentos, adicciones varias, el tipo de música, películas, con las amistades que nos relacionamos, una serie de cosas que refuerzan ese estado negativo. Es como una forma de violencia o agresión hacía uno mismo. Hacemos de nuestra vida un cubo de la basura.

Hay algo a tener en cuenta en el estudio de las emociones negativas.  No se pueden transformar en emociones positivas. O están o no están. Unos árboles como los castaños silvestres que crecieron de forma salvaje en nuestro huerto sin cultivar, y que su fruto son castañas amargas no van a darnos jamás castañas dulces comestibles. Si queremos unas castañas comestibles tenemos que sacar los castaños silvestres y entonces en el espacio que queda libre ya podemos sembrar los castaños que nos dan castañas comestibles. La tierra es la misma, cambiamos una semilla por otra.

Parte de nuestro trabajo personal estriba en administrar nuestra energía para que se dirija hacia nuestro desarrollo personal. Todo lo que quiere crecer necesita de esta energía y nuestra energía no debemos perderla con las emociones negativas.

“De la misma manera que con cierta cantidad de dinero uno puede viajar hasta cierto lugar, con cierta cantidad de energía ahorrada, se puede viajar a niveles superiores de conciencia y permanecer allí “.

Como entrenamiento podemos trabajar con las emociones más pequeñas, las más cercanas, y a medida que veamos algunos cambios en nosotros ir ampliando con otras emociones.

Si queremos entrenarnos para correr una maratón, mejor empezar con pequeños recorridos diarios y poco a poco ir ampliando. Cuando llegue el día de la maratón, estaremos en mejores condiciones para terminar la carrera.

Si nos vamos observando desde un lugar más consciente cuando nos dejamos llevar por las emociones negativas, podremos ir juntando fotos de nosotros mismos y con la suma de todas estas fotos formar un álbum que nos sirve como recordatorio para cuando una situación similar se repite y tener la oportunidad de no repetir el mismo estado negativo.

Con más conciencia de sí, de nosotros mismos podremos caminar por encima de las aguas turbias como analogía de las emociones negativas que nos hunden en el sufrimiento.

En uno de los comentarios de Maurice Nicoll, autor de Cuarto Camino, nos dice:

“Como saben, el Trabajo empieza con la atención interior. La observación de sí es atención interior. Una persona debe empezar a ver por sí misma a qué se asemeja y qué es lo que sucede en ella —por ejemplo, es preciso que vea por medio de la atención interna sus propias emociones negativas en lugar de ver sólo a las demás personas por medio de la atención exterior. Es preciso que vea qué significa identificarse con sus emociones negativas y qué significa no identificarse con ellas. Una vez que lo ve, ya logró la clave para entender el aspecto práctico del Trabajo. Las primeras etapas del Trabajo se llaman a veces «limpieza de la máquina». Una persona que constantemente dice: «¿Qué debería hacer?», después de haber oído la enseñanza práctica del Trabajo una y otra vez, se asemeja al hombre que tiene un jardín lleno de cizaña y dice ansio­samente: «¿Qué debería plantar en este jardín? ¿Qué plantas podrían crecer en él?» Lo primero que tiene que hacer es limpiar el jardín. Por eso el trabajo hace hincapié en lo que no hay que hacer —es decir, en aquello que es preciso detener, en aquello a lo cual no se debe ceder, en lo ‘que debe impedirse, en lo que no debe alimentarse más, en lo que debe limpiarse en la máquina humana. Porque entre nosotros no hay nadie que tenga lindas y nuevas máquinas cuando entra en este Trabajo, sino máquinas oxidadas, sucias, que necesitan una limpieza diaria y por ciento una limpieza radical al comienzo. Y una de las mayores formas de suciedad son las emociones negativas y el habitual abandono a ellas. La mayor suciedad en el hombre es la emoción negativa. Una persona habitualmente negativa es una persona sucia, en el sentido del Trabajo. Una persona que siempre piensa cosas des­agradables de las demás, que dice cosas desagradables, que no simpatiza con nadie, que tiene envidia, que siempre tiene algún motivo de queja, o alguna forma de compasión de sí, que siempre siente que no se la trata con justicia, tal persona tiene la mente sucia en el más verdadero y práctico de los sen­tidos, porque todas esas cosas son formas de emoción negativa y todas las emociones negativas son sucias. Ahora bien, el Trabajo dice que tiene dere­cho a no ser negativo.”

La energía que vayamos ahorrando con los pequeños logros, con el tiempo la suma de toda esa energía nos va a dar más impulso, más fuerza para la gran maratón de la vida.

CONCLUSIÓN: VIVIR SIN EMOCIONES NEGATIVAS

Si hacemos el esfuerzo de observar nuestras emociones negativas y recordarnos en nuestro día a día, con un trabajo y una disciplina diaria tenemos la posibilidad de no estar sometidos al poder de las emociones negativas, que no gobiernen nuestra vida y podamos tomar las decisiones desde un lugar más armónico y ordenado.

En resumen, primero conocer mejor nuestra máquina y que emociones negativas nos controlan. Luego conocer y aplicar las herramientas que nos enseña este Trabajo para ir más allá de estas emociones que nos limitan en nuestro desarrollo interno y en nuestra vida cotidiana. Si queremos cambiar algo en nosotros primero tenemos que conocer que hay dentro nuestro. Primero tenemos que echar un vistazo dentro de la nevera o refrigerador a ver que hay caducado o estropeado antes de llenarlo de nuevos alimentos. Los alimentos que nos llegan del Trabajo de una Escuela.

El trabajo sobre las emociones negativas nos va a dar la posibilidad de tener una relación más real con las personas de nuestro entorno, acortando la separación y las diferencias por los distintos puntos de vista. Menos juicios y críticas hacia los otros. Si vemos en nosotros las emociones negativas que nos dominan, también podremos ver las emociones negativas de los otros y darnos cuenta que no somos tan diferentes. Podemos ser más transparentes y relacionarnos desde un lugar más verdadero y esencial.

El espacio que le vamos quitando a las emociones negativas lo vamos a poder ir llenando con emociones más reales y mayor conciencia de nosotros mismo. Esta carretera, nuestra psicología, que vamos limpiando de suciedad y deshechos que son las emociones negativas, nos va a dejar mejor terreno, un mejor espacio, más limpio para que circule mejor nuestra conciencia y llegue a todas las partes de nuestro ser.

Si llegamos con esfuerzo y trabajo y con la ayuda de la Escuela a otro nivel de ser, van a llegar a nuestra vida otras situaciones y eventos. Se dice en este trabajo que el nivel de Ser que tenemos atrae nuestra vida.  Lo que pensamos, sentimos y hacemos ahora de manera consciente crea nuestra vida mañana.

Comentario película: «CUESTIÓN DE TIEMPO»

Comentario película: «CUESTIÓN DE TIEMPO»

Al final de la película el protagonista Tim nos recuerda que todos viajamos cada día en el tiempo. La vida es un gran viaje lleno de pequeños viajes diarios, donde un día es el viaje al pasado del día siguiente. Si nos observamos y nos recordamos cada día tenemos la posibilidad de no caer en los mismos errores una y otra vez. Es buscar ese lugar tranquilo, ese espacio en nuestro interior donde encontrar esa luz, mayor comprensión, y tener la posibilidad de tomar mejores decisiones. Me recordó cuando Tim para volver a su pasado busca un armario o lugar tranquilo para retroceder en el tiempo.

El final es el principio; recordar lo que olvidamos, que cada día es una oportunidad para ser más conscientes, para crecer interiormente.

Como el padre de Tim, cuando le recuerda que este poder que tiene de ir a su pasado lo use de manera constructiva, para algo que pueda mejorar su vida y no desperdiciarla. El ya recorrió ese camino y como el maestro que enseña al alumno, le indica a su hijo una dirección para estar más despierto.

Usar el tiempo disponible con más conciencia independientemente de la cantidad. Podemos tener todo el tiempo del mundo y desperdiciarlo sin darnos cuenta. Dar un significado a las pequeñas cosas de nuestro cotidiano vivir como aprendizaje en nuestro paso por esta existencia.

Si la vida fuese como una canción, volver al pasado sería como tocar las teclas equivocadas en una nueva melodía que ensayamos al piano y desafinamos, erramos el intento, volvemos atrás a empezar de nuevo esa parte, hasta que acertamos las notas correctas y seguimos con la siguiente parte de la partitura, nos dimos cuenta del error, rectificamos la octava y terminamos la canción.

Si cambiamos la actitud frente al evento, al final del día nuestro estado y nuestra energía van a ser diferentes, y llega un momento como le ocurre a Tim, que ya no necesita ir al pasado, porque cada experiencia consciente lleva una enseñanza y un aprendizaje.

Tim le pregunta a su esposa Mary sobre el día de su boda en un día lluvioso a mares: “¿te gustaría haber escogido un día con menos lluvia?” y ella le contesta: “no, no por nada del mundo”.

La canción “el mundo” del italiano Jimmy Fontana que suena el día de la boda de Tim y Mary resume este círculo de la vida mecánica, cuando en una parte de la canción dice: “Abrí los ojos para mirar a mi alrededor y a mí alrededor giraba el mundo como siempre. Gira el mundo, gira en el espacio infinito, con amores recién nacidos, con amores ya terminados, con la alegría y con el dolor de la gente como yo. El mundo nunca se detuvo un momento, la noche siempre sigue al día, y el día llegará…”

Comentario película: «EL ATLAS DE LAS NUBES»

Comentario película: «EL ATLAS DE LAS NUBES»

El Atlas es una gran cordillera montañosa elevada del norte de África que une el océano Atlántico y el mar Mediterráneo. Sus elevadas cumbres suponen un obstáculo para las nubes, impidiéndoles seguir avanzando por el norte del continente africano, dejando esta zona particularmente árida. Si lo tomamos a nivel simbólico como nubes a las personas y el Atlas los obstáculos de la vida, podemos ver como las nubes siguen el camino que les marca el viento (el sistema de control donde vivimos), pero acaban chocando con estas elevadas montañas como segunda fuerza de vida y les impiden ver más allá.

Detrás de las montañas como fuerza oponente, queda una zona árida, desconocida y que sólo personas con centro magnético, que buscan algo más en la vida, más allá de la virtualidad impuesta, se aventuran a escalar, adquirir conocimientos y elevarse a otro nivel de ser hasta la cima, con más conciencia y descubrir desde ese estado más despierto la verdad oculta tras las apariencias de la vida mecánica.

Este viaje que hacen las nubes, que hacemos las personas en esta vida para lograr la libertad y el conocimiento de la verdad, se torna recurrente en distintas experiencias que hace la conciencia, a base de repetir los mismos errores una y otra vez ya sea en forma de pastor, de periodista, de escritor, de músico, de camarera, y va más allá del tiempo y del espacio.

Es el mismo deseo de libertad haciendo experiencia en diferentes contenedores en distintas épocas, aunque para la conciencia todo es simultáneo.

De alguna manera todos están conectados y repiten los mismos estados en diferentes eventos.

Todas estas personas tienen una marca en la piel, como un sello, una huella que recuerda que formaban parte del rebaño, de la Matrix que controla la vida de todos.

Cuando logran escalar la montaña y en la cima encuentran la verdad que estaba oculta, toman conciencia de su papel en esta existencia y son, como dice uno de los personajes, gotas de agua dentro de un océano, una parte de la conciencia dentro la conciencia. Si una persona ya lo sabe, tomó conciencia, todos tienen la misma posibilidad de despertar. Ya existe un precedente, un ejemplo a seguir.